Aún me acuerdo el disgusto que me llevé yo cuando para el primer cumpleaños de mi hija encargué una tarta en la que pusiera su nombre, y cuando la recogimos..... pues en vez de Luna ponía Limón. Lejos de hacerme gracia me llevé un sofocón tremendo (era el primer cumple de mi niña), pero como ya no había tiempo, pues quitamos el Limón y se acabó, pero mi idea de la tarta estupenda con su nombre se fastidió. Este año pienso desquitarme y preparar una tarta preciosa para su tercer cumpleaños.
Pero eso será otro post, cuando toque, ahora seguimos con Adriana y las dos tartas que le hice.
Tanta ilusión me hizo hacerlas que incluso me atreví con modelados más complicados y pude superar el trauma de la famosa muñequita que acabó en la basura..... jajajaja.
Feliz y larga vida para Adriana. Y gracias a su mamá por todas las cosas bonitas que me dijo ;))
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